[Respecto a los talleres literarios] tengo sentimientos encontrados. Por un lado, siento que personalmente tengo muchísimo que aprender aún, y me gustaría que alguien más experto me aconsejase al respecto. Pero, por otro lado, creo que la creatividad o las ideas no pueden enseñarse, y tengo la sensación de que al final sólo aprendes puntuación y algo de estilo, pero nadie puede meterse en tu cabeza y encender esa bombilla que haga que tu próximo libro funcione.
1 ¿Cuándo comenzaste a escribir y con qué pretensiones?
Comencé a escribir poesía muy temprano, con tan sólo ocho años. En mi casa había muchos libros y sencillamente empezó sólo, natural. A lo largo de mi adolescencia escribía para desahogarme y más tarde todo eso se convirtió en mi primer libro. Con unos quince años intenté escribir mi primera novela, pero me faltaba madurez literaria y se me quedaba grande, así que salté a los relatos y más tarde, por fin, a la novela.
2 ¿Planificas los libros antes de sentarte a escribirlos o surgen sobre la marcha, al hilo de tus pensamientos, sin planificación?
Depende del género. En poesía surge sobre la marcha y lo plasmo tal cual sale, sin apenas modificaciones, por eso quizá mis poemas sean un poco crudos. En los relatos, por lo general, también suelen salir sobre la marcha, aunque a veces pare un poco para ver hacia dónde va con un poco más de perspectiva. En la novela, por el contrario, sí suelo planificar más. Suelo escribir un pequeño esqueleto muy básico de la historia y después dejo que palabra a palabra me sorprenda en los detalles, e incluso que cambie algo de lo que tenía planificado.