Clarice,
pantera,
mirada leona,
actitud felina.
El pelo, una selva tupida.
La piel, una alfombra de miel.
Y manos a la obra:
Mirar, observar, pensar y escribir.
Que te lean los hombres,
pero sobre todo las mujeres.
Que te eschuchen sabios y profanos.
Campo fertil, tierra arada, surco abierto.
Tienes que ser bella y no temerle a la edad.
La escritora brasileña de origen ruso Clarice Lispector fue Tereza Quadros, Helen Palmer e Ilka Soares a la vez. ¿Cómo? Escribía en los diarios y leía pequeñas viñetas en una radio, sobre cocina y belleza, comentaba de esto y aquello, siempre con un sentido simple e inteligente, y hasta daba consejos para hacer el amor. En este afán utilizaba varios seudónimos.