Microrrelato de Corebo: Y tenía un lunar, o el lunar de Clarice
Clarice tenía un lunar en el centro mismo de su largo cuello. Cuando no quería que se lo vieran o que se le notase, ella cerraba los ojos como dos persianas que caen y detienen abruptamente la luz.
Y entonces las miradas invasivas de sus cercanos o de la calle se detenían en sus párpados, de modo que el hermoso lunar sólo quedada para ella