
Gabriela, clavo y canela, de Jorge Amado
Jorge Amado (Itabuna, Brasil, 1912-Salvador, 2001), autor comprometido con la causa comunista, por la que estuvo preso y se exilió durante algún tiempo en Argentina y Uruguay, no se excede en la defensa de sus ideales. En su literatura predomina el optimismo, el sentido del humor y la ironía. Si bien en sus obras es recurrente el tema de la explotación del cacao, en Gabriela, clavo y canela (1958) nos cuenta, además, la historia de la pujanza y el desarrollo de Ilhéus, ciudad en crecimiento constante, crisol de gentes de toda raza y condición en busca de riqueza.
El libro comienza y termina haciendo referencia a la muerte a tiros del dentista Osmundo Pimentel y de Sinhazinha Guedes por el marido de ésta, Jesuino Mendoça, al encontrarlos juntos en la cama. Jesuino es absuelto del crimen en un principio, debido a las costumbres del lugar, pero condenado, después de veinte años de juicios, con la llegada del progreso a Ilhéus.
Puede que los personajes de la novela se presenten sin un detallado desarrollo, pero así es el propio acontecer de la vida, donde no podemos saberlo todo de quienes nos rodean. Con el paso de las páginas vamos conociendo a Tonico Bastos, simpático e irresistible para las mujeres; el amor eterno de Josué hacia su amada, Malvina, a quien le escribe versos emocionados, sustituidos después por los dedicados a Gloria, porque el amor eterno siempre se renueva, según sus palabras. Sin embargo, no es hasta la entrada en escena de Gabriela cuando la novela comienza de verdad. Mulata llegada de no se sabe dónde, de ella se ensalza su belleza, su gracia, su laboriosidad, su alma libre y su moral atípica basada en el amor incondicional hacia todas las personas. “Gabriela, hecha de canto y baile, de sol y luna, de clavo y canela.”
Nacib, hombre de origen árabe, disfruta de Gabriela en su restaurante al haberla contratado como cocinera. Más tarde se casa con ella, pero se consume de celos cuando descubre el desliz de su amor con Tonico; resuelto el embrollo, poco después, por la argucia de Nacib al invalidar ese matrimonio y volver a disfrutar sin trabas psicológicas del cuerpo y la dulzura de Gabriela.
La novela es una representación del Brasil de aquella época y, a la vez, universal. Se nos da cuenta de matrimonios, amores imposibles, adulterios, casas de citas y mujeres bellísimas de todos los colores y sabores, que vuelven locos a los hombres.
Esta novela de Jorge Amado es una fiesta de los sentidos: de la comida, el sexo y el gozo de vivir.
