“El diario secreto de Adrian Mole”, de Sue Townsend
Victoria Mera
A veces un gran libro no es aquel que está considerado como tal por los críticos, sino el que por algún motivo se queda dentro del lector por siempre.
Esta reseña es más bien un homenaje a una escritora que consiguió que sus palabras ocupen un lugar especial en mi memoria literaria. Se trata de Sue Townsend, quien murió hace tan sólo un mes a los sesenta y ocho años de edad.
Sue Townsend no es ninguna desconocida en el mundo de la literatura. Esta autora británica ha dedicado su vida a escribir novelas para todo tipo de públicos, así como numerosas obras de teatro. Es una afamada escritora en Inglaterra y gracias al éxito de sus novelas juveniles también lo ha sido fuera de su país natal.
Para escribir estas líneas tan solo he necesitado cerrar los ojos y volver a 1998, cuando mis padres me regalaron por navidades El diario secreto de Adrian Mole. Cierro los ojos y sonrío al recordar ese libro y creo que esa sensación es ya maravillosa.
El diario de Adrian Mole es el primero de una serie de ocho libros que narran las vivencias de un adolescente de trece años. Adrian es hijo único y forma parte de una familia bastante desestructurada. La vida de un adolescente que se siente un intelectual, para los ojos de un adulto, podría resultar de lo más aburrida si no fuera por las grandes dosis de humor que desprende la literatura de Townsend. Es por eso que no lo considero un libro dedicado simplemente al público juvenil. El amor, la amistad, el compromiso y la política son algunos de los muchos temas que se abordan en esta saga, pero siempre son tratados con un humor sutil, un humor muy british.

Es uno de esos libros que se quedan en ti, que hacen que conectes con el personaje, sobre todo si tienes la suerte de leerlo siendo también adolescente. Aun así, admite perfectamente una lectura posterior, algo más madura y consciente de todas las pequeñas ironías que pueden escapársenos de jóvenes. Aunque han pasado treinta años desde la publicación de la primera entrega y puede que algunos temas sociales y políticos tratados en los libros nos queden ya un poco lejos, lo cierto es que esta saga ha soportado muy bien el paso de los años y sería estupendo que las actuales generaciones de adolescentes pudieran reír y disfrutar de la mano de Adrian Mole.
Para esta reseña-homenaje y, aprovechando la feria del libro, he comprado y he estado disfrutando de la última novela que Sue Townsend publicó en 2013 y que en España ha sido editada por la editorial Booket. La mujer que vivió un año en la cama es el revelador título de dicha novela. En ella, Sue nos cuenta cómo Eva, una mujer casada y madre de mellizos decide una mañana meterse en la cama. ¿Por qué? Porque sí. Porque a veces llega el momento de decir basta, el momento de bajarse del mundo y hacer autocrítica. Algunas personan acuden al psicólogo, otras se apuntan a clases de esgrima, otras practican yoga y otras, como Eva, deciden meterse en la cama y no salir de ella en un año. Todo lo que sucede desde entonces hasta el final de la novela tan sólo podría haberlo escrito la genial Townsend. Los insólitos personajes, las absurdas anécdotas y, cómo no, el brillante humor vuelven a estar presentes en este libro.
Sue Townsend no defrauda. Es fiel a su estilo que se caracteriza por una gran vis cómica y cuando eso funciona es algo que el lector agradece. Townsend encontró la fórmula y el legado literario que nos ha dejado es la mayor prueba de ello.
Siempre es triste que un escritor nos deje antes de tiempo, pero a la vez es reconfortante saber que quedan los libros como ecos de su inmortalidad. En mi caso, esos libros siempre ocuparán un lugar especial por todo lo que han significado para mí y por provocarme una sonrisa cada vez que me acuerdo de ellos. ¿No es a veces ese el fin de la literatura?

Adrian Mole marcó mis 12 años. Es hilarante, único. Hoy me carcajeo compartiéndolo con mi hijo. Ocupa un lugar especial en mi biblioteca y mi corazón. De Obligada lectura 🙂