
«Quizá para la novela o el ensayo [el libro digital] sea un buen soporte. Desde luego para la poesía no lo es, de momento. El libro en papel me parece mucho más agradable, mucho más entrañable y cálido. Todo libro, como objeto, además de su contenido tiene una historia detrás que se percibe y esto se pierde en el libro digital. Esperemos que no sea una cuestión de tiempo».
1 ¿Cuándo comenzaste a escribir y con qué pretensiones?
Me recuerdo escribiendo, anotando pensamientos, ideas y peripecias en una pequeña libreta, desde muy temprana edad. Supongo que el estar lejos de casa hizo que tuviera la necesidad de expresar lo que sentía. Pero creo que empecé a tomar conciencia de ello y a concederle cierta importancia ya en el instituto, con unos quince años.
2 ¿Planificas los libros antes de sentarte a escribirlos o surgen sobre la marcha, al hilo de tus pensamientos, sin planificación?
Depende de qué tipo de libro. Habitualmente escribo poesía y en este género la intuición y el azar están presentes en gran medida. Ahora bien, una vez que el corpus del libro se hace presente hay que ordenarlo y conferirle el aspecto formal que el propio libro va pidiendo. Todo sucede como en un diálogo natural entre el libro y uno mismo.
3 ¿Cuál es tu género preferido como escritor y cuál como lector?
Mi género natural como escritor y como lector es la poesía. Pero también me interesan otros géneros: el ensayo en general, la crítica literaria o la novela, aunque reconozco que no he leído muchas novelas en los últimos años. Por otro lado existe hoy una tendencia a hibridar géneros y también hay que prestarle atención.
4 ¿Escribes pensando en un lector específico o crees que cualquier persona es un lector en potencia de tu obra?
Siempre he dicho, quizá por mi condición de filólogo y profesor, que debemos ser capaces de crear las condiciones idóneas para que cualquier persona pueda acercarse a la literatura, bien sea a la poesía, a la narrativa, etc. Pero nunca escribir bajo la premisa de ser entendidos. Por lo tanto, cualquiera es un lector potencial de mi obra. Además muchos de los lectores de poesía son poetas y los que no lo son suelen ser fieles al género. La poesía es un género tan genuino en todos los sentidos que difícilmente se puede pensar en un tipo concreto de lector al que dirigirnos.
5 ¿Te costó mucho encontrar editor para tu primer libro?
A finales de los 80, cuando yo empecé a publicar, no existían las posibilidades que existen hoy en cuanto al número de editoriales, tampoco era tan fácil como ahora contactar y hacerles llegar un original. Publiqué mi primer libro, Ceremonias del barro, en uno de los cuadernos Ángel/Poesía de Ángel Caffarena, en Málaga. A partir de ahí he ido buscando el mejor acomodo para cada uno de mis libros. Pero no ha sido fácil.
6 ¿Qué opinas de los muchos premios literarios que se convocan hoy día?
Apenas me he presentado a premios. Creo que el número de convocatorias es excesiva y algunas deplorables Ahora bien, los premios son necesarios y cumplen varias funciones como la de dar visibilidad a determinados autores, la de promover la creación literaria y la lectura, e incluso, la de facilitar la edición de obras que de otra forma tardarían en ver la luz. Pero no es menos cierto que son demasiados los premios, y que están vinculados a depende qué editoriales cuyos catálogos han perdido prestigio a lo largo de las últimos años.
7 ¿Vivir de la literatura es una utopía?
Hay que diferenciar entre vivir de la escritura y de la literatura. Vivir de la literatura y de todo lo que rodea a la creación literaria sería posible. Lo de ganarse la vida en exclusividad con la escritura, y menos aún si se trata de un género minoritario como la poesía, es realmente complicado. No me lo he planteado nunca.
8 ¿Qué diferencias encuentras entre el mundo editorial de tus inicios como escritor y el actual?
La diferencia es importante, tanto en la cantidad como en la variedad de oportunidades. Las instituciones siempre han contribuido a la edición, pero hoy lo hacen de una manera más abierta, con mayor sensibilidad y profesionalidad. En Extremadura, por ejemplo, hemos contado con la Editora Regional, con ayudas a la edición, a la creación, etc. También existe un gran número de editoriales independientes que cumplen una labor primordial. Además están las editoriales de toda la vida, las que todos conocemos, pero que son menos accesibles.
9 ¿En qué medida crees que pueden ayudar las redes sociales a difundir la obra de un escritor?
Las redes sociales ayudan, pero no equivoquemos su finalidad. Son un medio de difusión y nos brindan la posibilidad de llegar a un gran número de personas, pero no de lectores. Por otra parte, el hecho de poder publicar en las redes sociales, o en páginas webs y hacerlo con inmediatez e impunidad no garantiza, en absoluto, que aquello deba ser tenido por literatura, por más que quien lo escribe así lo pretenda.
10 ¿Qué opinas del libro digital?
Depende del género. Quizá para la novela o el ensayo sea un buen soporte. Desde luego para la poesía no lo es, de momento. El libro en papel me parece mucho más agradable, mucho más entrañable y cálido. Todo libro, como objeto, además de su contenido tiene una historia detrás que se percibe y esto se pierde en el libro digital. Esperemos que no sea una cuestión de tiempo.
11 ¿Qué opinas de la autoedición?
No me parece el camino más deseable, aunque puede que en determinadas situaciones colme las expectativas del escritor. Por lo general las autoediciones, y me refiero ahora al libro como soporte físico, suelen ser bastante deficientes en cuanto a estética, diseño, etcétera, al menos en lo que yo conozco. Nada tiene esto que ver con ediciones de tiradas muy reducidas y cuidadas o con libros de artista, por ejemplo.
12 ¿Consideras positivos los talleres de escritura creativa o piensas que no se puede enseñar a escribir?
Me parecen muy interesantes y cumplen una función necesaria. No todo el mundo tiene que terminar siendo un excelente escritor, pero sí todo aquel con inquietud debe tener la oportunidad de desarrollar sus capacidades y demostrarse a sí mismo y a los demás que puede escribir un relato o un poema y hacerlo de forma correcta. Luego, el talento nos pone a cada uno en nuestro sitio.
13 Con el paso de los años algunos escritores acaban eliminando ciertos títulos de su semblanza. Aunque no precisamos conocer el nombre, ¿hay algún libro de los tuyos que te satisficiera en tus inicios, pero que ahora preferirías no haber escrito?
Habría que matizar. Todos mis libros han sido necesarios y han cumplido su función a lo largo de tantos años de escritura, cada uno con sus circunstancias fue pertinente en su momento, y ahora también con la perspectiva de los años, claro. Es cierto que hay libros con los que uno se identifica más que con otros, pero de los publicados no desecharía ninguno.
14 Para ese lector que aún no ha leído nada tuyo, por favor, recomiéndanos uno de tus libros. Cuéntanos brevemente cómo fue el proceso de creación y por qué has elegido ese título y no otro con vistas a nuevos lectores de tu obra.
Recomendaría Otrora. (Antología poética 1988-2014), con selección y prólogo de Eduardo Moga, porque ofrece una visión de compendio de mi poesía, casi hasta hoy. Se pensó que después de haber publicado una serie de títulos difíciles de encontrar al ser ediciones de tiradas reducidas, y después de aproximadamente 25 años de escribir y publicar, era conveniente ofrecer una amplia muestra. El libro, además del prólogo mencionado, se cierra con un epílogo de Javier La Beira y, tanto en su interior como en la cubierta, se reproducen los grabados de Juan Carlos Mestre que en su momento acompañaron los poemas de Cazador de lunas.
15 Recomiéndanos, por favor, dos libros cuya lectura te haya impactado. Uno de un autor clásico y otro de un autor contemporáneo. (Da igual el género).
De entre los clásicos mencionaría muchos, como es lógico, pero por citar uno diría las Soledades de Góngora. En cuanto al libro de autor contemporáneo recomendaría Cecilia de Antonio Gamoneda.
Más información sobre las encuestas literarias en Grandes Libros.
Javier Pérez Walias (Plasencia, 1960), Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura, es autor, entre otros, de los libros de poemas Versos para Olimpia (2003), Los días imposibles (Tres figuraciones) (2005), Cazador de lunas (Seis aguafuertes de Juan Carlos Mestre con ocasión de Cazador de lunas de Javier Pérez Walias) (2007), Largueza del instante (2009) con el que obtuvo el Premio de la XVII Bienal de Poesía «Provincia de León», Arrojar piedras (2011) y Al Qarafa (2014). Una amplia muestra de su poesía ha sido recogida en Otrora. Antología poética 1988-2014) (2014), con selección y prólogo del poeta, crítico y traductor Eduardo Moga. Asimismo han aparecido trabajos suyos, tanto de crítica como de creación, en publicaciones como El Maquinista de la Generación, Turia, Cuadernos del Matemático o Quimera y en ediciones especiales y catálogos con los artistas plásticos Rafael Carralero, Juan Carlos Mestre, Javier Roz y Javier Alcaíns. Su obra poética está representada en diversas publicaciones colectivas y ha sido traducida parcialmente al inglés y al árabe. (Blog) (Facebook)
Francisco Rodríguez Criado es escritor y corrector de estilo. Su blog Narrativa Breve es uno de los espacios literarios más leídos en lengua castellana. El Diario Down es su último libro. (Web) (Facebook).
