Cuestionario literario: David Pérez Vega

 David Fernández Vega

«Son muy pocas las personas que en España pueden vivir de la literatura. Ahora mismo pueden vivir de ello, de forma holgada,  autores de la generación de la Transición, que publican en los grandes grupos y tienen columnas de opinión en los periódicos más prestigiosos, y que además pueden ganar dinero también ejerciendo de jurados de premios literarios o dando charlas. Pero éste parece un modelo agotado para las generaciones que vienen después, una situación de precariedad para los escritores españoles que la crisis económica del 2008 ha contribuido a agudizar: cada vez se venden menos libros y los grandes grupos no se gastan el dinero en campañas desmesuradas de promoción, los periódicos pagan cada vez menos por las columnas de opinión, cada vez hay menos oportunidades para dar charlas remuneradas o ejercer de jurado de premios se paga ahora peor que hace una década. Sin embargo, conozco a algunos escritores jóvenes que viven (o malviven) gracias a sus libros publicados (que es lo que te legitima como escritor, pero, paradójicamente, menos dinero da a los escritores), sus colaboraciones en revistas o periódicos y, sobre todo, de ejercer de profesores en talleres literarios». D.P.V.

1 ¿Cuándo comenzaste a escribir y con qué pretensiones?

La decisión firme de querer ser un escritor la tomé a los doce años, tras la lectura alucinada de El hobbit y El señor de los anillos de J. R. R. Tolkien. Yo, como Tolkien, quería poseer un mundo propio además del real. A los doce años pensaba que quería dedicarme a las novelas y que necesitaba una máquina de escribir para ello. No había entonces en mi casa una máquina de escribir (por lo que mi vocación tendría que esperar) y me dedicaba a imaginar aventuras, que eran derivaciones del mundo de Tolkien. Tomé la costumbre de leer con un diccionario; los escritores deben conocer todas las palabras, pensaba a los doce años.

La primera vez que escribí de forma creativa y consciente fue a los quince: escribí un cuento de terror (a mano).

2 ¿Planificas los libros antes de sentarte a escribirlos o surgen sobre la marcha, al hilo de tus pensamientos, sin planificación?

Planifico antes de sentarme a escribir. Primero surge la idea, como un destello que se desprende de la realidad: algo de lo que contemplo a mi alrededor empieza a obsesionarme y sé que escribiré sobre ello. Dependiendo del momento de mi vida, a esas ideas les he dado forma como poemas, relatos o novelas.

Las novelas me requieren un mayor trabajo de planificación: pienso cuáles van a ser los puntos de vista desde los que voy a escribir, qué quiero contar, hago una línea temporal para el protagonista, vertebro el esqueleto de la trama (dividiendo la novela en capítulos)… Por el camino sé que surgirán desvíos, pero empiezo a escribir una novela cuando ya sé cómo va a terminar. Con los relatos o los poemas me ocurre lo mismo, pero a menor escala. En cualquier caso, mis libros de poemas tienen una estructura parecida a la de una novela y también tengo que planificarla.

3 ¿Cuál es tu género preferido como escritor y cuál como lector?

Como lector la mayoría de los libros que he leído han sido novelas; aunque también leo bastantes libros de relatos. Me he acercado a la poesía por temporadas. Últimamente también leo ensayos, que suelen tener que ver con la historia del pensamiento económico.

Dentro de mi interés por la novela he pasado por varias fases: he leído mucha novela realista norteamericana o hispanoamericana (que a veces no era realista), pero crecí leyendo obras de géneros como la ciencia ficción y el terror.

Como escritor, en los últimos años estoy obsesionado con las novelas. Pero he tenido otras etapas en las que sólo escribía poesía o cuentos.

4 ¿Escribes pensando en un lector específico o crees que cualquier persona es un lector en potencia de tu obra?

Intento escribir con el sueño de acercarme a los escritores que admiro. Por tanto, lo lógico sería pensar que mi lector ideal sería aquel que tiene unos gustos literarios similares a los míos, se acerca a mi obra y ésta puede satisfacerle. Por ejemplo, si alguien me dice que no le gustan los cuentos de Raymond Carver, Antón P. Chéjov o Tobias Wolff creo que no tendría sentido que le dejase mi último libro de relatos, titulado Koundara.

5 ¿Te costó mucho encontrar editor para tu primer libro?

Empecé a mandar manuscritos a las editoriales a los veintidós años (en aquellos tiempos, hace veinte años, se enviaban los libros en papel y las editoriales grandes devolvían los manuscritos) y la primera vez que vi un libro mío publicado tenía treinta y seis. En un armario tengo una bolsa llena de cartas de rechazo de todas las editoriales de España (de la época en la que los rechazos se hacían por carta). Las coleccionaba, a lo Bukowski.

Mandé libros tan inmaduros a las editoriales que ahora mismo me avergonzaría echarles un vistazo. Además quería empezar mi «carrera literaria» por el tejado: enviaba sólo mis manuscritos bochornosos a las editoriales más reputadas e inaccesibles.

Con treinta y tantos ya conseguí mejorar mis propuestas y encontrar editoriales más cercanas a las posibilidades de un autor desconocido.

6 ¿Qué opinas de los muchos premios literarios que se convocan hoy día?

Aún tengo compañeros en el trabajo que piensan que el premio Planeta es un premio literario de verdad (si esto fuera cierto, la mejor formación para ser escritor sería la de hacerse primero presentador de telediarios), y te preguntan por qué no mandas tus libros a un premio tan «prestigioso» y tan bien remunerado. Cualquier que conozca un poco cómo funciona el mundo editorial español sabe que los premios más destacados de los grandes grupos no son premios de verdad, son simples estrategias comerciales que sirven para promocionar a autores de la propia editorial, pueden ser también una forma de fichar a autores que están destacando en otras editoriales o atienden al deseo de aprovechar el público que ya tiene algún personaje mediático (presentadores de la televisión o de la radio; dentro de poco empezarán a ganar premios literarios los cocineros de los programas de la televisión, que están muy de moda, por supuesto, no hará falta que ellos mismos escriban los libros). Los grandes premios son acuerdos entre directores editoriales y agentes literarios.

Esto lo cuenta muy bien en alguna entrevista el editor Enrique Murillo, quien cuando trabajaba en los grandes grupos editoriales una de sus funciones era la de buscar autores adecuados para ofrecerles el premio de la editorial.

Algo diferentes pueden ser los premios que convocan los ayuntamientos y que se publican en editoriales pequeñas, que sí pueden ganarlos escritores desconocidos. Son premios que pueden suponer un empujón económico para un autor, pero es difícil que consigan llegar a las librerías o tener un buen número de lectores.

¿Existen premios prestigiosos que los pueden ganar desconocidos de forma limpia y conseguir llegar a muchos lectores? No lo sé, pero el mundo es un lugar tan raro que no lo descarto del todo.

7 ¿Vivir de la literatura es una utopía?

Son muy pocas las personas que en España pueden vivir de la literatura. Ahora mismo pueden vivir de ello, de forma holgada,  autores de la generación de la Transición, que publican en los grandes grupos y tienen columnas de opinión en los periódicos más prestigiosos, y que además pueden ganar dinero también ejerciendo de jurados de premios literarios o dando charlas. Pero éste parece un modelo agotado para las generaciones que vienen después, una situación de precariedad para los escritores españoles que la crisis económica del 2008 ha contribuido a agudizar: cada vez se venden menos libros y los grandes grupos no se gastan el dinero en campañas desmesuradas de promoción, los periódicos pagan cada vez menos por las columnas de opinión, cada vez hay menos oportunidades para dar charlas remuneradas o ejercer de jurado de premios se paga ahora peor que hace una década. Sin embargo, conozco a algunos escritores jóvenes que viven (o malviven) gracias a sus libros publicados (que es lo que te legitima como escritor, pero, paradójicamente, menos dinero da a los escritores), sus colaboraciones en revistas o periódicos y, sobre todo, de ejercer de profesores en talleres literarios.

8 ¿Qué diferencias encuentras entre el mundo editorial de tus inicios como escritor y el actual?

Tengo la impresión de que ahora mismo es más difícil que hace veinte años que un escritor desconocido publique en una gran editorial. Sin embargo, también han surgido muchas nuevas, atractivas y pujantes editoriales en España que se permiten arriesgar lo que no están arriesgando las grandes.

9 ¿En qué medida crees que pueden ayudar las redes sociales a difundir la obra de un escritor?

La crítica literaria gracias a los blogs o las revistas digitales, por ejemplo, se ha expandido mucho y ahora es más fácil que el libro publicado en una editorial pequeña pueda tener más visibilidad. Aunque esta visibilidad está compartida con muchos más libros, y esto haga que todo pueda acabar siendo otra vez lo mismo.

Koundara, David Pérez Vega

10 ¿Qué opinas del libro digital?

Yo no leo en ebook porque me gusta demasiado el tacto de los libros, los formatos de las editoriales, buscarlos en librerías de primera o segunda mano, en bibliotecas… El ebook me parece algo frío, funcional, que puede estar muy bien para leer documentos técnicos pero no me gusta demasiado para disfrutar de la lectura en él. Sin embargo, entiendo que esto es una cuestión de gustos, y en ebook uno puede tener acceso a más libros, y leer de forma más barata y más cómoda.

En cualquier caso, no me parece demasiado importante en qué formato se lea sino qué se lee.

11 ¿Qué opinas de la autoedición?

Si como autor publicado en editoriales convencionales ya es difícil encontrar lectores, autoeditándose me parece todavía más complicado. Sin embargo, he leído en internet historias fabulosas de personas que se han autoeditado y han conseguido vender miles de ejemplares de sus libros. La verdad es que desconozco cómo puede ocurrir esto porque yo nunca he comprado un libro autoeditado y sigo confiando en el criterio de las editoriales convencionales. Yo llevo un blog de reseñas (Desde la ciudad sin cines) y, a veces, recibo correos de autores que quieren que comente sus libros. En algunos casos estos libros están autoeditados, y sin pedirlo me los envían en pdf. Por curiosidad he abierto algunos de estos documentos. Te hablo del caso más llamativo: un autor, que tenía el discurso de que las editoriales sólo publicaban a amigos, me enviaba una novela en cuya primera frase no coordinaba el sujeto con el verbo, una frase del estilo: «El niño, estrambótico y marginal,  comían manzanas verdes, jugosas y malsanas.»

Imagino también, que habrá otros autores con obras bien escritas y autoeditadas ¿pero cómo encontrarlas sin el trabajo de selección de un editor?

En cualquier caso, considero que está bien que alguien se autoedite un libro y que encuentre a sus potenciales lectores, y que éstos disfruten de estos libros fuera del circuito convencional.

12 ¿Consideras positivos los talleres de escritura creativa o piensas que no se puede enseñar a escribir?

Yo nunca he acudido a un taller literario. Imagino que si lo hubiera hecho me habría desprendido antes de algunos errores básicos que he seguido cometiendo en mis libros hasta una edad avanzada (adjetivación excesiva, narrar lo obvio…). Un taller, impartido por un buen profesor, puede servir para conocer los rudimentos técnicos de la escritura, para conocer a nuevos autores y a otras personas interesadas en el mismo pasatiempo que tú. Todo esto me parece positivo.

13 Con el paso de los años algunos escritores acaban eliminando ciertos títulos de su semblanza. Aunque no precisamos conocer el nombre, ¿hay algún libro de los tuyos que te satisficiera en tus inicios, pero que ahora preferirías no haber escrito?

La primera novela que publiqué fue la sexta que he escrito. Las cinco anteriores no estaban maduras para su publicación, pero considero que la sexta sí. Quizás ahora cambiaría alguna frase de esa novela, pero en general estoy satisfecho con ella, y con los libros siguientes.

Los insignes, David Pérez Vega

14 Para ese lector que aún no ha leído nada tuyo, por favor, recomiéndanos uno de tus libros. Cuéntanos brevemente cómo fue el proceso de creación y por qué has elegido ese título y no otro con vistas a nuevos lectores de tu obra.

Si no te importa te voy a hablar de los dos últimos libros que he publicado: una novela titulada Los insignes, con la editorial mallorquina Sloper, y un libro de relatos, titulado Koundara, con la editorial canaria Baile del Sol.

Los insignes es un libro satírico sobre el mundo de la poesía, los recitales, las redes sociales… y el deseo de notoriedad. Es una novela alocada (uno de sus dos protagonistas es Kim Jong-un, el presidente de Korea del Norte) y con sentido del humor.

Koundara es un conjunto de siete relatos realistas, que hablan de soledad, frustraciones y derrotas, con el trasfondo de la crisis económica de fondo y el fin de la juventud.

15 Recomiéndanos, por favor, dos libros cuya lectura te haya impactado. Uno de un autor clásico y otro de un autor contemporáneo. (Da igual el género).

Hace poco leí el libro Cinco novelas cortas de Antón P. Chéjov, editado por Alba. Me deslumbró, Chéjov es un clásico impresionantemente moderno. Siempre recordamos al Chéjov cuentista, pero sus novelas cortas son también muy buenas.

Chronic city, publicada en 2009, de Jonathan Lethem es una fantástica novela posmoderna. Me encantó su mezcla de géneros.

 

Muchas gracias. Te deseamos mucha suerte en todos tus proyectos literarios.

Más información sobre las encuestas literarias en Grandes Libros.


David Pérez Vega (Madrid, 1974) empezó a estudiar CC. Físicas y, después de tres años, se cambió a Dirección y Administración de Empresas. Trabajó una temporada como auditor de cuentas de una multinacional, y en la actualidad es profesor de Economía y Matemáticas. Hasta 2010 residía en Móstoles y ahora vive en Madrid. En 2010 publicó su primera novela, Acantilados de Howth, en Baile del Sol. En esta editorial también publicó la segunda, El hombre ajeno (2014). Su última novela, Los insignes, fue publicada en Sloper en 2015. Es autor de dos libros de poesía, Siempre nos quedará Casablanca y El bar de Lee (Baile del Sol, 2011 y 2013). Su última obra publicada es un libro de relatos, Koundara (Baile del Sol, 2016). Desde 2009 mantiene el blog de reseñas literarias Desde la ciudad sin cines. También colabora semanalmente con la revista Eñe Digital. (Facebook)

Francisco Rodríguez Criado es escritor y corrector de estilo y trabaja como redactor de contenidos para publicaciones de diversa temática. Su blog Narrativa Breve es uno de los espacios literarios más leídos en lengua castellana. El diario Down, testimonio literario sobre la paternidad y el síndrome de Down, es su último libro. (Web) (Facebook).


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