En cierta ocasión, un joven llegó a un campo de leñadores con el propósito de obtener trabajo. Habló con el responsable y éste, al ver el aspecto y la fortaleza de aquel joven, lo aceptó sin pensárselo y le dijo que podía empezar al días siguiente.
Durante su primer día en la montaña trabajó duramente y cortó muchos árboles.
El segundo día trabajó tanto como el primero, pero su producción fue escasamente la mitad del primer día.
El tercer día se propuso mejorar su producción. Desde el primer momento golpeaba el hacha con toda su furia contra los árboles. Aun así, los resultados fueron nulos.
Cuando el leñador jefe se dio cuenta del escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó:
-¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?
El joven respondió:
-Realmente, no he tenido tiempo… He estado demasiado ocupado cortando árboles…
Cuento de Isabel Allende: Una venganza El mediodía radiante en que coronaron a Dulce Rosa Orellano con los jazmines de la Reina del Carnaval, las madres de las otras candidatas murmuraron que se trataba de un premio injusto, […] Posted in cuentos
Peñas arribaPeñas arriba: terruños, dramas y veleidades Ernesto Bustos Garrido José María Pereda (Polanco, 6 de febrero de 1833 – Santander, 1º de marzo de 1906) es el escritor de […] Posted in Grandes Libros
Novedades literarias extremeñas en 2017 La Asociación de Escritores Extremeños (AEEX) ha creado por cuarto año consecutivo un PDF muy majo con los libros de autores extremeños publicados en 2017. Esta suerte de catálogo recoge […] Posted in literatura extremeña
¿Cómo fue que corto tantos árboles ?el primer día los corto sin el mismo tiempo el primer día tampoco tuvo tiempo de afilar el hacha